¿Qué es el apalancamiento operativo?

¿Qué es el apalancamiento operativo?

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El apalancamiento operativo es una medida que nos muestra la variación porcentual de los beneficios antes de intereses e impuestos de nuestra empresa ante una variación de un uno por ciento de nuestras ventas.

Su importancia radica en que relaciona los beneficios con un aspecto clave en su generación, como son las ventas. Al mismo tiempo es una medida que tiene una importante dimensión financiera, relacionando la obtención de beneficios con las estructuras de costes de nuestra empresa.

Una empresa tendrá un mayor grado de apalancamiento operativo cuanto más pesen los costes fijos operativos. Hablamos de apalancamiento porque se emplea esa estructura fija de la empresa para apoyar con un pequeño incremento de las ventas un aumento importante del beneficio antes de intereses e impuestos.

¿Cómo influye el apalancamiento operativo en la generación de resultados?

Una empresa poco apalancada operativamente tiene unos activos más reducidos. Al disponer de menores inversiones, sus costes variables serán más elevados. Lógicamente, al tener pocos costes fijos, obtienen beneficios con menores niveles de ventas. Pero, en contrapartida, al ser sus costes variables más elevados, estas empresas son menos rentables en caso de que haya muchas ventas. Como regla general, estas empresas están pensadas para tener pocas ventas, lo que en casos extremos de falta de apalancamiento operativo puede mostrar una exagerada aversión al riesgo incompatible con el emprendimiento.

Lo que pretende precisamente una empresa que eleva su apalancamiento operativo es realizar inversiones que le permitan abaratar el empleo de recursos que varían con el nivel de producción. Por ejemplo, se realiza una inversión para que se pueda producir más cantidades con menos horas trabajadas. Cuando se incrementa la producción, dado su menor coste variable obtienen beneficios más cuantiosos.

Cuando una empresa realiza inversiones mejora la productividad de sus trabajadores porque unos trabajadores más dotados tienen la posibilidad de producir más. Además, las inversiones permiten acceder a procesos de producción más innovadores que permitan hacer más con menos. E incluso, un mayor nivel de producción lleva a una mayor experiencia que depura errores y hace que se reduzcan los costes.

En muchas ocasiones, otros costes variables también se reducen. Por ejemplo, podemos realizar inversiones que nos sirvan para reducir el consumo de energía o que eviten pérdidas de materias primas en nuestro proceso de producción.

Por ejemplo, si adquirimos unos ordenadores, para llevar informáticamente una tarea que podríamos desarrollar a mano, lo haremos porque con los ordenadores la labor de dar a nuestros clientes lo que requieren se facilita enormemente. Seguramente tendremos que dedicar menos tiempo para producir lo mismo, con lo que podremos producir más. Por ejemplo, abarataremos los costes salariales, mejorando los márgenes obtenidos en nuestras ventas. Podremos producir más con un menor coste variable. Sin embargo, ahora tenemos el coste fijo de los ordenadores, que antes no teníamos. Gracias a la reducción del coste variable, superado ese coste fijo, podremos obtener muchos más beneficios (como si de una palanca se tratase), pero, si no vendemos, los costes fijos nos pueden llevar a incurrir en pérdidas.

¿Qué relación tiene el apalancamiento operativo con el apalancamiento financiero?

Frecuentemente, las inversiones están relacionadas con un incremento del apalancamiento financiero. Muchas inversiones son posibles gracias al endeudamiento. Puede haber empresas con un importante apalancamiento operativo financiado con una elevada proporción de fondos propios. Lo que es más raro es encontrar empresas con un importante apalancamiento financiero que no tengan un elevado apalancamiento operativo. El endeudamiento elevado busca habitualmente financiar inversiones a largo plazo.

Ambos tipos de apalancamiento nos muestran sendas fuentes de riesgo de nuestra empresa. El impacto de una variación de la ventas en los resultados de nuestra empresa será tanto mayor cuanto más apalancamiento financiero y operativo tenga nuestra empresa, es decir, cuanto más pesen la financiación ajena y los costes fijos operativos.

La apuesta por el apalancamiento es una apuesta que pone a la empresa en condiciones de obtener más beneficios, pero también en riesgo de perder esos beneficios o incurrir en pérdidas.

¿Cómo influye el apalancamiento operativo en la financiación de nuestra empresa?

El apalancamiento operativo influye en la financiación ajena de nuestra empresa. El apalancamiento operativo requiere de inversiones que hay que financiar de forma equilibrada, lo que requerirá la participación de la financiación ajena.

Pero, además, la obtención de financiación ajena es una prueba de fuego para nuestras inversiones. Deberemos negociar correctamente la obtención de esa financiación, explicando muy bien nuestro proyecto. El apalancamiento operativo es una oportunidad solamente si sabemos incrementar nuestras ventas.

Por otro lado, toda inversión de entidad supone un reto organizativo que hay que superar. No solamente debemos exponer en qué necesitamos invertir, sino cómo nos vamos a organizar para dar el máximo rendimiento a esas inversiones, de modo que se pueda producir una verdadera reducción de costes variables.

En el ámbito de la financiación propia, el escollo que representa el apalancamiento operativo es que introduce una mayor probabilidad de pérdidas importantes. Si no se vende, la empresa puede tener una crisis de solvencia, pero en todo caso la financiación ajena tiene una prelación a la hora de cobrar que no tienen los propietarios de la empresa. Por eso, la financiación de las inversiones necesarias para reducir costes variables puede encontrarse con el temor de algunos propietarios.

El apalancamiento operativo, al suponer un incremento del riesgo supondrá que los propietarios exigirán unos mayores rendimientos esperados para participar en la financiación de los proyectos. Al exigir mayores rendimientos a cambio de correr mayores riesgos, algunos proyectos puede que no obtengan la financiación de los propietarios, por no poder ofrecer rendimientos suficientes.