Financiar tus ventas

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Una buena práctica que nos solemos encontrar entre las empresas de éxito es que son capaces de comprender perfectamente el proceso de venta. Por ejemplo, son conscientes de la necesidad de financiar sus ventas, de ponérselo fácil a sus clientes de tal manera que las decisiones fluyan. En definitiva se trata de dar crédito a los clientes, para lo cual ellos han de conseguir soportar dicha tensión financiera.

Algunos pueden pensar que ellos no son bancos de sus clientes, pero negarse a entender que la financiación a nuestros clientes marca una ventaja competitiva vital, y más en estos tiempos, es un grave error.

Posibilidades de financiación de nuestras ventas

Vamos a repasar por un momento las distintas opciones que tenemos para financiar nuestras ventas

  • En primer lugar está la autofinanciación, es decir, que soportemos con nuestros fondos propios el aplazamiento que concedemos a nuestros clientes. Duro pero posible, si bien habrá de estudiarse su rentabilidad financiero fiscal frente a otras alternativas de financiación o de inversión para nuestro capital.
  • El modo más natural es el descuento comercial de la deuda de nuestros clientes. Hablamos de anticipar letras, pagarés, facturas, etc.
  • También podemos financiar dichas ventas pólizas de crédito en cuenta corriente, algo típico por ejemplo en la financiación de operaciones internacionales.
  • El factoring, con o sin recurso, o lo que es lo mismo, la venta de nuestras facturas.
  • A través de la financiación comercial de nuestros proveedores, logrando plaz s de pago superiores a los de cobro (un PMM negativo), o bien que estos proveedores admitan el endoso de las letras o pagarés de nuestros clientes como forma de cobro.
  • Podemos convertirnos en prescriptores financieros, a través de convenios con nuestra entidad financiera para cobrar nosotros al contado y que éste financie a los clientes. Es una opción óptima, que incluso se ha automatizado a través de los TPV que recogen los pagos con tarjeta.

En cualquier caso, la financiación de nuestras ventas, de nuestro ciclo comercial, suele ser una de las formas mejor admitidas por parte de la banca o de los proveedores financieros, ya que hay implícito un retorno de fondos, salvo impagos, y demostramos la buena marcha de nuestros negocios.