Financiación a corto plazo

Financiación a corto plazo

Héroe Financiero » Blog » Tipos de financiación » Financiación de circulante » Financiación a corto plazo

Decía el evangelista Mateo aquello de que cada tiempo trae su propio afán. Y nosotros podemos decir que cada necesidad tiene su plazo de financiación. Y esto, que puede parecer una perogrullada, es de una capital importancia a la hora de construir nuestro mix de financiación. Por ello conviene recordar que la adecuada financiación a corto de la empresa es un mandato imperativo en la gestión de la misma
Como nos dicta la experiencia, más importante que las respuestas son las preguntas, y en este sentido podríamos lanzarnos unas cuantas básicas:
  • ¿Qué es corto y qué es largo en términos financieros?
  • ¿Qué debemos financiar a corto y que debemos financiar a largo?
  • ¿Qué ventajas tiene la financiación a corto frente a la financiación a largo y por qué debemos también recurrir a ella?

Qué es corto y qué es largo

Cuando hablamos de financiación a corto y financiación a largo nos referimos al plazo de devolución de la misma, dejando fuera la financiación no exigible, los llamados fondos propios. Pero, ¿cuál es la frontera entre la financiación a corto y la financiación a largo? Los puristas financieros (sí, también hay puristas en este punto) dirán que depende del PMM, Periodo Medio de Maduración de la actividad empresarial de la empresa, de lo que tardemos en recuperar los euros invertidos.Lo que supere el PMM será largo plazo, lo que no llegue, corto. Reconociendo que, en sentido estricto, no es lo mismo hablar de largo o corto para una bodega que para un supermercado, para una promotora inmobiliaria que para una consultora, estaremos que ese criterio subjetivo no es práctico. Por ello, lo más normal es fijar una convención objetiva , standard, la de toda la vida vaya. Cuando hablamos de corto nos referimos a financiación hasta un año, y de largo para lo que supere ese plazo. Ese, el del año, por muy limitado que nos pueda parecer es el criterio generalmente empleado, tanto desde el punto de vista de la gestión financiera como sobre todo en Banca y servicios financieros. Y si se trata de negociar financiación conviene que todos usemos los mismos conceptos.

El Fondo de maniobra, la piedra de toque del plazo de financiación

Y ahora cabe cuestionar qué financiamos a corto y qué financiamos a largo. En este sentido, la piedra de toque es sin duda el concepto de Fondo de maniobra, la parte de nuestros activos circulantes que financiamos con nuestros recursos no exigibles y nuestra financiación a largo. El Fondo de maniobra es uno de las figuras más manejadas en el mundo financiero, pero también de las peor entendidas, por lo que conviene tener claras sus virtudes y sus limitaciones. Uno de los principales problemas que ha generado el Fondo de maniobra es una interpretación simplista del mismo que conduce a una gestión financiera defensiva, poco equilibrada. El razonamiento que induce a ello vendría a ser que el Fondo de maniobra nos indica que para evitar colapsos financieros, suspensiones de pagos, necesitamos que parte de nuestros recursos no exigible y de nuestro endeudamiento a largo respalden activos, inversiones, existencias, que se van a convertir en dinero a corto. A partir de esa afirmación, y pecando de conservadurismo, algunos tienden a hinchar ese fondo de maniobra. Por un lado nos encontramos con los que no recurren a la financiación ajena, lo que es en sí mismo un error y nos llevaría a preguntarnos por qué debemos recurrir a la financiación ajena, aunque esa es otra batalla. Pero es que también tenemos a los que se centran en obtener préstamos y financiación a largo para activos de vencimiento a corto de una manera sistemática y exagerada. Y eso también conlleva problemas, o dicho de otro modo, se pierden las ventajas que nos ofrece la financiación a corto.

Las ventajas de la financiación a corto plazo

Por fin llegamos al punto clave de este post, y es recordar o descubrir a aquel que esté barajando la decisión de financiarse qué le aporta el apostar por las operaciones a corto plazo. Y como así todo en la vida de la empresa se puede reducir a dos variables, precio y volumen. En las operaciones a largo plazo debemos pagar, habitualmente una sobreprima en el precio.Este se debe a dos motivos en esencia:
  • En primer lugar hay que recordar cómo funciona habitualmente la curva de tipos que refleja la denominada preferencia temporal, lo que nos lleva a que los plazos más largos cotizan a tipos superiores.
  • Por otro lado, el largo plazo genera incertidumbre, y eso en finanzas se llama riesgo, y el riesgo tienen un precio.
Si os vale la analogía, el que se financia desequilibradamente a largo es similar en su modus operandi y en los resultados para la empresa al que tiene un almacén hiperdimensionado para asegurar las ventas o los procesos productivos. Con la excusa del riesgo genera sobrecostes y tapa ineficiencias propias. Pero es que además de la cuestión del precio tenemos, como acabamos de percibir, el asunto del riesgo. Si más plazo significa más riesgo,esto explica las siguientes restricciones  a la hora de negociar nuestros límites, nuestros importes de financiación:
  • Suele ser más fácil conseguir mayores volúmenes crediticios a corto que a largo.
  • Cuando somos clientes nuevos, lo habitual suele ser empezar por operaciones a corto, a modo de prueba. Además, dichas operaciones a corto suelen estar íntimamente vinculadas con la financiación y funcionamiento comercial de nuestra empresa (descuento, confirming, etc...), lo que permite a la entidad financiera conocernos y valorarnos rápidamente y poder luego optar en mejores condiciones por operaciones a largo).
En un próximo post explicaremos con qué tipo de productos de financiación a corto plazo podéis aprovecharos de estas ventajas, y cómo se amoldan a las múltiples necesidades de vuestro día a día.