Por qué un fondo de inversión es un buen instrumento de ahorro

Por qué un fondo de inversión es un buen instrumento de ahorro

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Los fondos son un vehículo de inversión colectiva que reúne ahorros de distintos personas u organización para participar en diferentes productos financieros. Este instrumento asume mayor o menor riesgo en función del perfil del consumidor, aunque suele ser bastante seguro al diversificar su cartera.

Los inversores, personas físicas o jurídicas, compran participaciones a una sociedad administradora que puede ser un banco o institución financiera. El valor del fondo se actualiza permanentemente al dividir el patrimonio total entre el número de participaciones en circulación.

Las ventajas fiscales aplicadas a esta herramienta de inversión atraen a numerosos ahorradores. Más aún, en un momento en el que los depósitos ofrecen baja rentabilidad por el contexto de bajos tipos de interés en Europa.

Sin tributación hasta el reembolso

Los fondos de inversión están exentos de tributación hasta el momento en el que un inversor vende su participación y recupera el capital. La Agencia Tributaria retiene un 19% a cuenta del Impuesto de Renta de Personas Físicas (IRPF) al igual que en todas las rentas de capital:

  • Hasta los 6.000 euros: 19%
  • Entre 6.000 euros y 50.000 euros: 21%
  • Más de 50.000 euros: 23%

Eso sí, a la hora presentar la declaración, la liquidación del impuesto dependerá del conjunto de los rendimientos de ahorro, es decir, la suma de intereses, dividendos y las plusvalías de patrimonio. Hacienda tendrá en cuenta todas las retenciones a la hora de liquidar las rentas de capital.

Traspasos de un fondo a otro

La mayor ventaja fiscal de los fondos de inversión es que no se tributa cuando el importe obtenido por la venta de sus participaciones se reinviertan en otro fondo. Existe la figura del traspaso, que permite saltar de un fondo a otro sin necesidad de tributar por el IRPF.

Las nuevas participaciones conservan el valor y fecha de compra de las que se han vendido en ese momento. Es decir, que un ahorrador puede traspasar su capital de un fondo a otro sin ningún tipo de límite temporal.

Esto supone una enorme ventaja respecto a otros productos financieros, aunque el contribuyente siempre terminará pasando por la caja de Hacienda. De esta forma, el ahorrador puede aumentar el capital invertido y lograr más rentabilidad por sus ahorros que en otras inversiones.

Compensar ganancias y pérdidas

Desde hace dos años, las ganancias o pérdidas patrimoniales y los rendimientos de capital mobiliario se suman para calcular las rentas de ahorro. Antes no se podía compensar las pérdidas por la venta de unas acciones con las ganancias por el reembolso de un fondo de inversión. Es posible con un máximo del 15% de la base imponible del ahorro en la declaración de la renta.

Además, cabe la posibilidad de compensar los resultados de los ahorros con los tres años anteriores. Si pierdes dinero en fondos o acciones, la Agencia Tributaria permite restarlo a las ganancias por los ahorros de los tres años anteriores o posteriores. Una forma de pagar menos impuestos si hemos tenido pérdidas patrimoniales.