¿Por qué las empresas grandes tienen créditos a corto plazo?

¿Por qué las empresas grandes tienen créditos a corto plazo?

Héroe Financiero » Blog » Preguntas financieras » ¿Por qué las empresas grandes tienen créditos a corto plazo?

El crédito a corto plazo es una fuente de financiación de uso universal al que las grandes empresas no renuncian. Toda financiación bien diseñada requiere un equilibrio entre la financiación a corto plazo y la financiación a largo plazo. La razón por la que las grandes empresas no renuncian al crédito a corto plazo es que cuenta con importantes ventajas. A continuación, examinaremos algunas de las razones por las que las grandes empresas recurren al crédito a corto plazo. De todos modos, si tienes dudas o quieres contar con alguien de Héroe Financiero que te asesore, recuerda que la entidad cuenta con un equipo de diez expertos por cada empresa cliente, incluyendo un director de relación y nueve especialistas en distintas áreas, desde comercio exterior a financiación a corto o largo plazo, o banca de inversión y medios de pago, entre otras.

La empresa obtiene crédito a corto plazo de forma natural

La propia actividad de la empresa genera crédito a corto plazo. Por ejemplo, se realizan hechos imponibles que originan el devengo de impuestos. Esos impuestos que debemos, hasta que no se paguen, estarán financiando a la empresa. Algo semejante sucede con los aplazamientos que nos conceden nuestros proveedores, y que son una práctica habitual para la mayoría de los negocios.

También es muy importante tener en cuenta que, de forma natural, el crédito a largo plazo se va convirtiendo en crédito a corto plazo, a medida que se van acercando los vencimientos. En las grandes empresas son especialmente importantes los vencimientos de deuda emitida por la empresa.

El crédito a corto plazo contribuye a una mejor gestión de la tesorería

En toda empresa existe una tensión entre la necesidad de realizar inversiones que contribuyan al crecimiento de la empresa y la necesidad de atender los pagos según los calendarios previstos para los flujos de tesorería. Las inversiones a largo plazo pueden generar más o menos cobros de los previstos. El crédito a corto plazo favorece un “colchón” para evitar que una situación transitoria de cobros inesperadamente bajos pueda afectar a la capacidad de la empresa para atender sus obligaciones de pago. Así, una poliza de crédito con las condiciones adecuadas puede evitarnos las dificultades derivadas de posibles desajustes en la tesorería.

Por ejemplo, si nuestra empresa es solvente, y simplemente se está enfrentando a un pequeño desajuste en su tesorería, Héroe Financiero nos puede ayudar, por ejemplo, a través de la tesorería obtenida gracias a la cuenta de crédito o al descuento comercial. Existen muchas ocpiones de préstamos y créditos para pymes y autónomos porque una de las claves del éxito de grandes y pequeñas empresas es una adecuada gestión de la tesorería que permita atender todas las necesidades sin comprometer excesivos recursos en activos muy líquidos, pero poco rentables.

El crédito a corto plazo es muy útil en el comercio exterior

Uno de los grandes retos que plantea el comercio exterior, y que pretenden resolver los diferentes medios de pago en el comercio exterior, es la necesidad de generar un marco que permita al proveedor deshacerse de la mercancía y al cliente realizar el pago con la confianza para cada parte de que la otra parte cumplirá. La intervención de los bancos favorece la creación de ese marco.

Pero, al mismo tiempo, la intervención del banco permite obtener financiación de las importaciones y exportaciones a corto plazo (y a largo), ofreciendo un doble servicio de financiación y generación de confianza que permite afianzar nuevas relaciones comerciales en países extranjeros. Esas oportunidades de internacionalización han sido una de las claves del éxito de las grandes empresas y, cada día más, de muchas pymes.

El crédito a corto plazo es esencial para financiar las inversiones en el activo circulante

El activo circulante (tesorería, existencias, crédito que ofrecemos a terceros, etc.) debe estar en parte financiado con financiación a largo plazo. A la parte del activo circulante que se financia con financiación a largo plazo la denominamos fondo de maniobra. Disponer de un fondo de maniobra es sano, ya que amortigua las posibles tensiones de tesorería.

Sin embargo, que todo el activo circulante esté financiado por financiación a largo plazo es la forma perfecta de que la empresa pierda oportunidades de inversión a largo plazo. En cierto modo, un fondo de maniobra excesivo está “robando” recursos a las inversiones a largo plazo, que son las que aportan la mayor rentabilidad a la empresa. Por ello, deben mantenerse los suficientes créditos a corto plazo como para mantener el adecuado equilibrio, del mismo modo que debe alcanzarse un equilibrio entre las distintas clases de crédito a corto plazo.

Visto de otro modo, desde que la empresa pone el primer céntimo en el pago de las adquisiciones de existencias hasta que se cobran las ventas pasa un tiempo, el período medio de maduración. Pero durante todo ese tiempo la empresa habrá de financiar la inversión en todo aquello que se ha adquirido.

Las grandes empresas intentan normalmente sacar partido de su posición en las negociaciones de las condiciones de la contratación con sus proveedores. De este modo, gracias al crédito que le ofrecen los proveedores al permitir un mayor plazo de pago, pueden disminuir el período medio de maduración y, por lo tanto, los costes asociados a su financiación.

Los créditos a corto plazo aportan información y confianza a los terceros

Toda empresa tiene una parte que se ve y otra parte que resulta desconocida para los terceros. Uno de los mejores signos de buen funcionamiento de las empresas es poder renovar constantemente su financiación a corto plazo. Los créditos a corto plazo son una señal de la confianza de nuestro banco, de nuestros proveedores y de otros acreedores.

De hecho, una de las primeras señales de alarma que preocupan a quienes se interesan por nuestra actividad es que nuestra empresa no pueda renovar los créditos a corto plazo. La no renovación de los créditos a corto plazo requeriría una apresurada liquidación de algunos activos, una ampliación de capital o, de lo contrario, llevaría a un impago, ya que la obtención de financiación ajena a largo plazo suele ser compleja en estos casos. En cierto modo, la no renovación de los créditos a corto plazo se puede considerar como la antesala del concurso de acreedores.

El crédito a corto plazo se asocia con frecuencia a la gestión profesional de cobros

Cobrar requiere una serie de operaciones que consumen tiempo y recursos de la empresa. Existen fórmulas para aprovecharse de la profesionalidad de los bancos en esa tarea sin recurrir a la financiación de la operación, pero muchas veces es interesante adelantar el cobro recurriendo a la financiación bancaria. Un ejemplo claro es el del cobro por adelantado de la devolución de impuestos.
La gestión del cobro lleva en muchas de sus modalidades implícita una gestión de la información sobre el deudor. Una vez la entidad bancaria ha analizado la información, si el deudor es solvente, la financiación de la operación será menos onerosa. De esta forma conseguimos aprovechar los recursos empleados en la gestión del cobro para conseguir una financiación más ajustada.

Tesorería de una empresa: La financiación del activo