Un salvavidas puede salvar una vida, pero un seguro de vida puede salvaguardar a una familia o a una empresa entera. Benjamin Franklin dijo: "En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos", por eso si se realizan planificaciones fiscales para reducir la carga tributaria cumpliendo la legalidad, no tendría sentido alguno dejar sin protección los proyectos empresariales y a la propia familia.
El fallecimiento de un emprendedor puede suponer un duro golpe para un negocio, dejando proyectos a medio camino, cuya financiación ya se ha materializado. Un seguro de vida permite cubrir el importe de la operación de financiación, de manera que la empresa pueda encontrarse en una mejor coyuntura para el reemplazo de su líder.
Las entidades financieras buscan también asegurar el capital prestado, en este caso por el beneficio no solo de la propia entidad, sino también de los beneficiarios del seguro, que de esta manera pueden reducir el impacto económico de la pérdida de un familiar o del propietario del negocio, asegurando de esta manera el reembolso de la deuda, el bienestar de una familia y la solvencia de un negocio.
5 puntos a tener en cuenta al contratar un seguro de vida en una operación de financiación
A la hora de contratar un seguro de vida debemos fijarnos los siguientes aspectos:
- El capital asegurado, que será la indemnización a cobrar en caso de fallecimiento o invalidez del asegurado, si también se contratara esa cobertura. De no fijar dicho capital de manera conveniente se pueden dar dos situaciones: el infraseguro, que consiste en que el capital asegurado es inferior a ese valor real, o el sobreseguro, que es la situación contraria y supone asegurar dicho bien por un valor muy superior al que realmente le corresponde.
- La edad del asegurado, ya que también será un factor determinante del precio de la póliza.
- La empresa aseguradora, ya que debemos de estar seguros de que la aseguradora durara hasta el deceso del asegurado. Los seguros de vida del HF ofrecen en este aspecto tranquilidad, garantía y respaldo económico en caso de enfermedad o fallecimiento.
- Flexibilidad a la hora de añadir o modificar coberturas, o de cambiar o modificar el capital o la modalidad contratada en función de las necesidades del asegurado, sin tener que esperar a la fecha de vencimiento.
- El tratamiento fiscal, ya que tenemos que tener en cuenta que el pago de un seguro de vida o accidente a beneficio de un autónomo o trabajador, tiene la consideración de salario en especie.