La aprobación definitiva de la Reforma Fiscal que el Gobierno cerró el pasado viernes nos trae varias novedades que tienen que ver con la legislación a la que se someten los planes de ahorro y de pensiones. El nuevo texto establece cambios en la duración mínima que deben de tener los Planes Individuales de Ahorro Sistemático, los llamados PIAS, y las condiciones de rescate de los planes de pensiones.
En cuento a los PIAS, hasta ahora se obtenía una deducción fiscal por los rendimientos si la antigüedad de la primera prima satisfecha en el momento de la constitución de la renta vitalicia que se origina al vencimiento del seguro fuera de diez años. A partir de ahora se reduce este periodo a cinco años.
Con esta modificación se equipara el periodo de inversión mínimo en estos productos con el que se establece para el nuevo sistema de ahorro que surge tras la reforma fiscal, el Plan de Ahorro 5, que ofrece la exención en la tributación de las plusvalías que se obtienen siempre que la inversión se mantenga durante cinco años.
Nueva ventana de liquidez en los planes de pensiones
El otro aspecto novedoso tiene que ver con los planes de pensiones. La reforma fiscal introduce una nueva ventana de liquidez en estos productos y que dará la posibilidad del cobro anticipado de los mismos siempre que tengan una antigüedad superior a los diez años.
Es decir, cualquier plan de pensiones con una antigüedad superior a los diez años podrá ser rescatado (veremos si total o parcialmente) sin necesidad de acreditar las situaciones que la Ley contemplaba hasta ahora, paro de larga duración o enfermedad grave.
Esto afectará a las aportaciones a planes de pensiones, planes de previsión asegurados, planes de previsión social empresarial y contratos de seguro concertados con mutualidades de previsión social. Falta por regular las condiciones y los límites en los que se podrán realizar estos cobros anticipados.