Financiación de una nueva empresa: ¿corto o largo plazo?

Al emprender un nuevo proyecto empresarial, si conseguimos financiación al ser solvente y con garantías de éxito, nos planteamos qué tipo de financiación es la más adecuada, a largo o a corto plazo. ¿Qué le conviene más a una nueva empresa? Ahora con los GPS ya no se pregunta tanto por la dirección a seguir, pero, antes de su existencia, era frecuente preguntar por la dirección correcta, ¿qué camino tomar?, ¿qué dirección seguir? 

A las entidades financieras, les interesa que las empresas se financien correctamente, ya que en caso contrario pueden tener problemas para retornar las cantidades prestadas.

Más vale preguntar a los expertos financieros

La elección de los plazos de financiación no es una cuestión baladí, ya que una mala decisión puede suponer que los recursos generados por la empresa no sean suficientes para cumplir con sus compromisos de pago. Es por tanto fundamental la correcta elección de los plazos de financiación, ya no solo en las empresas, sino también a nivel particular, aunque en estos casos los plazos suelen estar más acotados y definidos. Aunque, si bien la constancia y la suficiencia de los ingresos es una variable incierta, los proyectos de negocio con sus presupuestos delimitan en parte los plazos de financiación, pero sin duda preguntar a los expertos sobre los plazos y el mejor producto para financiar una inversión es algo que debemos de hacer, ya que su experiencia nos puede ayudar a tomar la mejor decisión en relación a los plazos de financiación. Pero antes de preguntar, hay tres puntos clave que tenemos que tener en cuenta:

1. Los activos no corrientes o fijos deben de financiarse a largo plazo si son de importes elevados, ya que, en caso contrario, las elevadas cuotas del préstamo pueden provocar la insolvencia de la empresa, si no es capaz de generar los suficientes recursos.
2. Las deudas a largo plazo otorgan a la empresa una mayor estabilidad, ya que por ejemplo una póliza de crédito puede no ser renovada si las cuentas de la empresa se deterioran. En este sentido, un préstamo a largo plazo da más tiempo a una nueva empresa a asentarse en el mercado y a cumplir sus objetivos, permitiendo a esta generar los recursos suficientes para afrontar sus deudas.
3. La financiación a corto plazo debe utilizarse para financiar el ciclo de explotación de la empresa. Recordemos que el ciclo de explotación es el tiempo que transcurre desde que la empresa adquiere sus materias primas, transforma estas en un producto final, lo vende y cobra la venta del cliente. La financiación a corto plazo es por tanto la mejor opción para anticipar cobros de clientes, por ejemplo para pagar a los proveedores.